Una de las personalidades más
interesantes de la historia de Egipto, Hatshepsut, esposa de Tutmés II, faraón
de la XVIII
dinastía, subió al trono a la muerte de este, un hecho sin precedentes en el
país del Nilo, ya que era la primera vez que una mujer ceñía la corona de las
Dos Tierras
Gracias sobre todo al apoyo de
sus consejeros, Hatshepsut logró mantener las riendas de su reino hasta su
muerte, acaecida hacia 1484 a .
C.
Su reinado se caracterizó por su
pacifismo. Apoyó el comercio y las construcciones monumentales. En una de estas
construcciones, su templo funerario de Deir-el-Bahari, se ha encontrado la
narración ilustrada de una de las expediciones comerciales más importantes
emprendidas bajo su reinado: el viaje al país de Punt.
La expedición al país de Punt
En 1493 a . C, la reina
Hatshepsut envió una flotilla de cinco naves, con treinta remeros cada una,
desde Kosseit, en la costa del mar Rojo, a la tierra de Punt, también conocida
como Tierra de los Dioses, situada al norte de la actual Somalia. El viaje no
se hizo por el río Nilo como era costumbre, sino por mar. Era esta una nueva
ruta mucho más difícil, pero libre de intermediarios. Es decir que no había que
pagar a nadie para vender o comprar los productos. La travesía por el mar Rojo,
con unas naves entre 20 y 30
metros de eslora (distancia de la proa a la popa) y con
una sola vela, fue accidentada, dada la gran cantidad de arrecifes y los
fuertes vientos que soplan en invierno.
El país de Punt y sus habitantes
Tras la travesía, los expedicionarios
arribaron a las costas de Punt, a unos 1.000 Km al sur de Kosseit. Allí fueron
recibidos por el rey de estas tierras, al que ofrecieron regalos enviados por
la reina Hatshepsut: joyas y estatuillas de culto.
Las descripciones de este lugar,
halladas en el templo de Deir-el-Bahari, ponen énfasis en las cabañas
circulares, construidas sobre pilones, que servían de morada a las gentes de
Punt. Incluso la escalera que servía de acceso a las viviendas está fielmente
reflejada en los relieves.